EL ÁRBOL.
Conocer nuestra historia familiar va más allá de saber quiénes fueron nuestros abuelos o de dónde venimos. El árbol transgeneracional es una herramienta que permite observar cómo ciertos eventos, decisiones o situaciones se repiten a lo largo de las generaciones. Esta información puede ayudarnos a tomar conciencia de algunos patrones que, sin darnos cuenta, podrían estar influyendo en nuestras elecciones o en la forma en que vivimos.
¿Qué es el árbol transgeneracional?
Es una representación visual de varias generaciones de una familia. A través de ella, podemos detectar repeticiones, coincidencias o dinámicas que se repiten en distintas ramas familiares: decisiones similares, experiencias compartidas, conflictos no resueltos, fechas que coinciden, y mucho más.
No se trata de una cuestión simbólica, sino de recopilar datos concretos: nombres, fechas, eventos relevantes. Lo interesante surge al conectar esos puntos y observar lo que se repite.
¿Para qué sirve?
Trabajar con un árbol transgeneracional permite:
- Identificar patrones familiares que se repiten.
- Observar decisiones o caminos que parecen heredarse.
- Tomar perspectiva para ver la historia con más claridad.
- Comprender que muchas veces no partimos de cero: hay historias anteriores que siguen influyendo hoy.
No se trata de juzgar el pasado, sino de entenderlo para poder tomar decisiones más libres y conscientes en el presente.
5 pasos para construir y utilizar tu árbol transgeneracional
1. Recoge información
Habla con familiares y recopila datos: nombres completos, fechas de nacimiento y fallecimiento, matrimonios, separaciones, profesiones, mudanzas, acontecimientos importantes (crisis económicas, accidentes, pérdidas, etc.).
2. Organiza el árbol
Puedes dibujarlo a mano o usar herramientas digitales. Lo importante es incluir al menos tres generaciones (tú, tus padres, abuelos y, si es posible, bisabuelos), señalando relaciones, eventos relevantes o detalles que llamen la atención.
3. Observa repeticiones o coincidencias
Fíjate si hay nombres que se repiten, edades similares en determinados eventos, decisiones parecidas, o fechas que coinciden (por ejemplo, nacimientos en aniversarios de fallecimientos).
4. Detecta patrones
Empieza a unir puntos: ¿hay algo que se repite generación tras generación? ¿Qué tipo de experiencias aparecen con frecuencia? ¿Hay alguna historia que se haya silenciado o dejado de lado?
5. Extrae tus propias conclusiones
No se trata de llegar a una verdad definitiva, sino de mirar tu historia desde otra perspectiva. Conocer mejor tu contexto familiar te puede ayudar a tomar decisiones distintas o romper con aquello que ya no te sirve.
¿Te gustaría empezar tu árbol?
Si sientes que este proceso puede ayudarte y quieres hacerlo acompañada/o, puedo guiarte paso a paso. A veces, una mirada externa facilita ver cosas que por uno mismo cuesta identificar.
Si te interesa trabajar tu árbol transgeneracional o te apetece reservar una sesión conmigo, puedes escribirme directamente al número que aparece en contacto.
«Lo que heredamos no siempre se elige, pero lo que hacemos con ello, sí.»